Por Marcela Sinturión

martes, 13 de septiembre de 2016

Martes 13

Y yo que hice de malo?

Hablar de la buena o mala suerte, es hablar de creencias. Hay quienes vivirán angustiados durante todo este día tratando de no morir en el intento y otros que pasearán felices por las calles sin acordarse de esta fecha.
La verdad es que el nacimiento de este mito para algunos, superstición para otros e insignificante para muchos tiene su origen en la creencia. Para los que leen la Biblia y estudian sobre ella, sabrán que la palabra traducida como “suerte” tienen distintos significados al que le da el diccionario de la RAE.


Explicar el nacimiento de esta fecha sería demasiado largo para este blog. Leí hoy por la mañana un post bastante sencillo que explicaba el fenómeno y se los compartiré más adelante. Leer esa nota basada en astrólogos, numerólogos, carta de Tarot y hechicerías, conocer que es una fecha para Estados Unidos y otra para Latinoamérica me hace saber que no hay una probabilidad científica que lo avale. Y claro, porque es una creencia. La creencia se trata de la fe, de aquello en que pones la confianza.
Esto me hace concluir en que la buena o mala suerte depende de las decisiones de cada uno, cuando decidís a qué o a quién creerle.
Así que mi pregunta es: ¿Donde pones tu fe? Así te irá el día. Hoy hacé tu mejor decisión. Mirá este video.



Nota sobre el aspecto bíblico de la suerte:
Solo quiero decirte que la palabra La palabra “suerte”, en heb. goh·rál, se utiliza para señalar “una parte” o “una porción” de algo, a veces de forma literal y otras figurativamente. Revisá estos versículos y te darás cuenta: Josué 15:1, Salmos 15:1, Josué 15:1, Salmos 16:5; Salmos 125:3; Isaías 57:6; Jeremías 13:25.
En griego, el término es klḗ·ros, el cual forma la palabra Kleronomía que significa “Herencia” y es utilizada en Colosenses 1:12 y en 1 Pedro 5:3.