Por Marcela Sinturión

miércoles, 22 de junio de 2016

PAPÁ

Levantarme temprano ya no era suficiente. A pesar de mi corta edad todos los domingos del día del padre quería ser quien le preparara el mate.
No tengo hermanos por lo que la responsabilidad era toda mía pero cuando lograba abrir los ojos, él ya estaba despierto. Sin embargo, varias veces, se volvió a acostar para fingir la alegría ante mi sorpresa.
Luego de remolonear juntos en la cama grande, nos vestíamos para comprar una torta y tras algunas carreras hasta la panadería (las cuales siempre ganaba yo), me tocaba elegir la mejor. Así volvíamos felices de compartir las pequeñas cosas.
Feliz día a todos los padres, los naturales y los adoptivos, que más allá de serlo por la gestación o la adopción de un hijo, saben compartir buenos momentos durante todo el año.
Aquellos que sólo recuerdan que son padres en días como éste, esfuércense para que cuando ya no estén en esta tierra, ellos, sus hijos conserven el mejor recuerdo de experiencias compartidas.
Les debo la foto

sábado, 11 de junio de 2016

WHATSAPP NOOOOOOOO!




El whatsapp. ¡Qué gran invento! Hoy hasta el mail ha dejado de ser una forma importante de comunicación. ¿Para que escribir? Con solo apretar un botón ya puedo despacharme oralmente con todo lo que tenga que decir. Así que lo primero que hacemos cuando tenemos el aparato es descargar el whatsapp. Es útil para los grupos de trabajo, del colegio de los chicos, de las comunidades, grupos de estudio, de la familia, de los amigos y podríamos nombrar tantos grupos como relaciones tenemos. Sin embargo, para aquellos que además de estar con el celular en la mano tienen otras cosas que hacer, escuchar y ver, se torna una herramienta tediosa, absolutamente invasiva de la intimidad y la paz interior. Sobretodo las personas que no pueden dejar de ver “el mensaje” apenas suena la notificación.
En fin, para los que tienen este TOC, les dejo algunos consejos para no perder la salud mental.


1. DESACTIVÁ LAS NOTIFICACIONES
Debemos aprender a distinguir lo importante de lo urgente y de lo “importante-urgente”. Convenzámonos a nosotros mismos que si algo es verdaderamente “importante-urgente” nos llamarán ante la necesidad de una respuesta instantánea. Ningún mensaje de whatsap es de vida o muerte. Entonces, vos debes elegir que tiempo le dedicarás a chequear esos mensajes. A veces, estamos rodeados de personas que quieren sacarse los mensajes de encima, entonces te escriben o te graban el whatsap audio: “Te lo mando por acá porque sino me olvido”. Yo pregunto, que le garantiza a esa persona que yo recuerde su mensaje de whatsap al otro día. Así que antes de escribir algo por problemas con tu memoria, cerciorate que tu receptor no sufre del mismo mal.


2. SILENCIÁ LOS GRUPOS
Con el mismo concepto del punto anterior, tenés que saber priorizar y poner las reglas de uso para poder ser parte. Por ejemplo, generalmente, un grupo tiene el nombre del ámbito que comparten en común o del tema por el cual te unieron a él. Por lo consiguiente, debo ubicarme y saber que todo comentario fuera de ese tema, no es relevante. ¿Pero que hacer con los que toman el grupo como catarsis personal o para enviar conversaciones que sólo le interesa a una sola persona de ese espacio? Pues bien, lo más sano para tu mente, es silenciarlo. No te va a sonar el fatídico ringtone sino que vos los mirarás cuando puedas. Claro, que luego podrás llegar a tener más de cincuenta mensajes sin leer y caerás en una crisis emocional por eso. Yo lo soluciono, pidiendo que alguien me haga un resumen de esa conversación y logro que en dos líneas me digan lo importante (que por supuesto nunca fue urgente).



3. PROGRAMÁ EL ENCENDIDO Y EL APAGADO DEL CELULAR
Esta función la descubrí casi de casualidad, pero fue la salvación del insomnio. Puede que duermas con el aparato en tu mesa de luz cuando se carga y que cuando ingresa una notificación, aunque le dejaste el volumen en cero, se prenda la pantalla aún más fuerte que tu velador. Lo cual hace que tu ansiedad no te deje dormir hasta chequear quien es el desubicado que envía whatsap, mail o mensajito de face a las cuatro de la matina. Teniéndolo apagado, dormirás como un ángel hasta que el telefonito se encienda por la mañana.

Concluyendo. Sé el dueño de tus decisiones, no permites que otros te organicen la vida. Esto es tan fácil de explicar pero dificil de realizar: autocontrol. Decidí vos en que momento leer y escribir mensajes. No permitas que esta función te saque de un momento de concentración o de disfrute con un ser querido. No vivas pendiente de lo urgente para otros. Prioriza tus metas y salud por sobre todas las cosas.
Sé más inteligente que tu smartphone.