Por Marcela Sinturión

lunes, 30 de mayo de 2016

OJO CON ESTOS MAILS

Hace unos días abro mi correo como todas las mañanas y me encuentro con una sorpresa.  Un mail que me anuncia que mi cuenta de Mercado Libre está suspendida temporalmente. Me pareció raro porque la única compra que hice hace un par de meses fue un libro por $25.-. La opción podía ser que nunca lo fui a retirar ni hablé con el vendedor por falta de tiempo.

Un llamativo botón me invitaba a "Activar cuenta". Les aseguro que era tan igual estéticamente a los correos de Mercado Libre que casi caigo en la trampa. Gracias a mi desconfianza cibernauta decidí hacer una consulta por facebook al sitio de ventas y hete aquí que era un mail falso. Me indicaron un link para hacer la denuncia y eso estoy haciendo. 

Los delincuentes son excelentes diseñadores y programadores de páginas falsas. Atentos, no nos engañemos por la apariencia. No completemos campos con nuestros datos personales por todas partes. Consejo de amiga.


domingo, 29 de mayo de 2016

La casa de la abuela

Llegar a su casa y atravesar el jardín era el momento más feliz de mi fin de semana. Luego de largos días de rutina escolar y hogareña en plena capital, estar en ese pedacito de tierra me hacía bien.
Lo primero era superar los estornudos que producía la gran ligustrina. No había rejas ni candados ni pared, solo una valla natural de color verde y una pequeña puerta de madera. Esa, era toda su protección.
Al traspasar ese ingreso, eran sus rosas las que daban la bienvenida. Siempre esbeltas, siempre coloridas, siempre bellas. Me quedaba largas horas por las tardes mirándolas e inspirando mis primeros escritos de primaria.
Al terminar el caminito de rosas me esperaba la galería, un pequeño rectángulo techado repleto de macetas con malvones y violetas que daba al acceso principal, pero prohibido de la casa. Esa entrada
sólo se habilitaba para alguna celebración. Para entrar había que rodear una de las habitaciones y caminar por un pasillo lateral.

Abrir la puerta principal era un acontecimiento especial. Nos esperaba un piso encerado, una mesa grande y la vitrina. Ese antiguo mueble sesentoso con estantes de vidrio, espejo en su interior y puertas que sòlo se abrían en ciertas ocasiones.
Allí, en la parte expuesta estaban los adornos de las tortas de mis cumpleaños y la clásica parejita de torta del casamiento de mis padres. Seguramente había más elementos, pero esos son los que quedaron en mi memoria. Era casi una tradición guardar el adorno para la vitrina de la abuela, algo así como una pared de trofeos.
Cada vez que iba los observaba y contaba mis años a través de ellos. Mi favorito era el personaje de la Familia Telerín, esa niña que daba las buenas noches al finalizar la programación de un canal que no recuerdo.  

El festejo también significaba sacar la vajilla especial que estaba en el interior de ese mueble. Pasaba meses sin ser usada y a veces solo una vez al año, como las finas copas talladas que se habilitaban para las fiestas.

Recuerdo pasar tardes enteras, mientras mi abuela dormía, en ese comedor prohibido. Jugando con los adornos, convirtiendo esas piezas de cerámica en grandes aventuras de fantasía o actuando frente a su espejo en mis primeras manifestaciones artísticas.
Raramente se prendía la luz porque el sol bañaba el espacio con colores y brillo. Hoy lo recuerdo como una foto artística de luces y sombras; una obra surrealista de mi propia vida. Una foto con aroma a rosas, perfume de abuela, y a cera en pasta. Olores que ya no están, como mi abuela, pero que siempre permanecerán en mi memoria.




domingo, 22 de mayo de 2016

VERSOS EN PRETÉRITO

Antes los matrimonios duraban toda la vida, hoy se los reemplaza cuando acaba el placer.
Antes los hijos no planificados eran recibidos igual, ahora tenemos pastillitas para hacerlos desaparecer.
Antes un director técnico sumaba campeonatos locales, copas y mundiales, hoy un partido perdido y viene el reemplazo.

Antes el policía de la esquina te cuidaba ahora ni siquiera esta en la esquina.
Antes el almacenero te fiaba ahora se queda con tus cinco centavos.
Antes divertían las bolitas, las muñecas, la soga y la rayuela. Ahora sin compu ni tele no le hayan la vuelta.
Antes se trataba de usted a los padres y en busca de la amistad se perdió la autoridad.
Antes vivías toda la vida en un mismo barrio ahora recorres los barrios durante toda tu vida.
Antes te juntabas con grupos de amigos a compartir un mate; ahora te unis a un grupo de whatsapp a compartir emoticones.

Aunque las cosas cambien, que la esencia no se pierda.

lunes, 9 de mayo de 2016

"No intente estas técnicas sin ayuda de un profesional"

Así reza el graff de un programa televisivo de adiestramiento para perros. Ante tal sugerencia, uno piensa que quien aplica esas técnicas por la pantalla es seguramente un profesional que se ha quemado las pestañas estudiando más de cinco años para lograr un título que lo avale como tal. ¿Un vetarinario quizá? ¿Un ingeniero agropecuario con experiencia en animales? No, queridos lectores. Es simplemente un hombre extranjero que reside en Estados Unidos, con un buen marketing televisivo, mucho carisma y por supuesto experiencia en el trato con perros. Si, estoy mencionando a Julio César Millán pero también podría estar hablando de Jackson Galaxy y su gato endemoniado. Músico de profesión y especialista en domesticar felinos.

ENTRE GATOS Y PERROS
Cada uno de ellos tiene una historia de superación personal de la cual se toman para generar la empatía con el personaje. Uno es inmigrante cumpliendo el sueño americano y el otro un ex obeso que encuentra su lugar en el mundo en medio de gatos.
En fin, ninguno de ellos ostenta un título aunque seguramente sí la experiencia. La diferencia con otros domesticadores de animales es el hallazgo de un productor que sabe como sacarle el jugo a su historia de vida y convertirla en plata.
Pero mi escrito de hoy, es para reflexionar sobre la palabra "profesional". Más allá de lo que diga el diccionario, se aplicaba este vocablo a aquellas personas que ejercían determinado trabajo luego de una carrera de años y vivía de ella. Pero en el imaginario colectivo, el "profesional" era el médico, el abogado, el licenciado, aquel que se había capacitado para tal o cual tarea. Hoy en día, el concepto aplica a prácticas más sencillas.

LAS NUEVAS PROFESIONES
Hace unos meses me llegó un mail ofreciéndome un curso on line sobre las "Nuevas Profesiones de Internet". Usted se preguntará si dichas clases me formararían en analista de sistemas o programadora web. Pues no, simplemente con un video tutorial me enseñaron varios recursos para trabajar de modo freelance. Algunos de ellos, coincidían con mi formación "profesional", solo le agregaban el plus informático, los recursos programáticos para realizar la tarea más rápido y mejor. Pero otros, también me "capacitaban" para el traductorado. Me enseñaron como traducir con el google de cualquier idioma al español. Lo importante era saber la gramática del idioma en el cual debía estar traducido. O sea, no importa si no sabes chino, utilizas algún programa de traducción automática y luego aplicá las reglas de tu propia gramática y listo. Claro que hice el intento como prueba, y la verdad es que funciona, pero no podría aplicar a alguna propuesta de este tipo en las plataformas virtuales porque me sentiría engañando a mi cliente. ¿Por qué? Porque no soy una "profesional" en el traductorado, sino una "profesional" en el uso de programas afines. Los tiempos cambian y los conceptos también aunque la RAE llore por ello. Y sino fíjense quienes escriben "libros". 

¿TODOS SOMOS PROFESIONALES?
Basta con ser un famoso youtuber "profesional", tener una editorial que saque provecho y poner en papel un par de chistes para tener más de 3000 jóvenes delirando en una feria por su firma. Esperemos que no gane el premio Nobel. ¡Ah! Pero también estuvieron otros escritores verdaderamente profesionales. Mario Vargas Llosa, llenó su sala e Ismael Cala firmó cientos de ejemplares, pero bueno, eso no es una noticia convocante (o al menos eso parece).