A veces me pregunto ¿Cuál sería la definición de
“libertad” cuando se habla de religión o política? ¿Hasta donde llega la posible aplicación del
término?
Soy cristiana evangélica y más de una vez vi como
mis derechos no eran iguales a los de otra religión. Algunos de esas
situaciones las viví con los colegios donde cursaron y cursan mis hijos.
1. Sala de 3 y 4 años. Aniversario del Parque Chacabuco.
Mi hijo mayor asistía a educación inicial en un colegio público de Parque
Chacabuco. Dicho parque festejaba su aniversario y el colegio participaría en
los distintos actos. Me presenté como miembro de una iglesia evangélica del
barrio y ofrecí una obra de teatro o bandas musicales. Luego de varios
contactos, uno de los grupos organizadores era un colegio católico católico de
la zona, así que nunca obtuve el permiso para integrar a mi iglesia a los
festejos del mismo parque que compartimos.
2 Luego durante la enseñanza primaria envié a mis hijos
a un colegio privado subvencionado por el Estado. Me llegaban por cuaderno de
comunicación y también se ponía un cartel en la puerta para aquellos que
querían tomar la comunión pasando data día, horario y lugar donde hacer el
curso previo. Me presenté, pidiendo la oportunidad para repartir de la misma
forma una invitación a un evento de jóvenes. No me lo concedieron por ser un
colegio “laico”, sin embargo, es su puerta estaba el anuncio de la catequesis.
3. 3. Años más tarde tuvimos un festejo con la congregación,
como institución en la cancha de Ferro. Solicité los permisos necesarios para
poder tener la posibilidad de culminar el evento con fuegos artificiales. Nos
lo concedieron pero solo por fuera del estadio. Esa misma noche, un club de
fútbol hacía un evento y sus fuegos artificiales fueron disparados desde
adentro de la cancha sin tener problema alguno. Hice una nota para diarios
preguntando porque para algunos si y para otros no. Nunca obtuve una respuesta.
4. 4. La fiesta del Inti Raimi. Todos los años, mis hijos
tienen que dar explicaciones de por que no participan de esta fiesta.
Disfrazado de “tradición” no es otra cosa que un culto al dios sol de los Incas,
con cantos y ofrendas en fogón, todos condimentos de un ritual religioso. Aunque
lo hacen en el Parque Chacabuco, se organiza desde los colegios y escuelas de
arte. Cabe aclarar que generalmente es un día de semana, en pleno período de
clases.
POLÍTICA
EN EL COLEGIO
5. 5. La experiencia en la escuela secundaria de uno de mis
hijos no es mucho mejor. Fue elegido como delegado de su clase y comenzó a
recibir presiones para incentivar a ir a los alumnos a las marchas docentes.
Nunca me pidieron un permiso (tenía solo 13 años) para tal actividad. Tuvo que
renunciar. A todo ésto no se dictaban las materias sino se hacía de la clase un
lugar de discusión política y presentando a quienes eran, según ellos “los
buenos y los malos”. Tuve que cambiarlo de colegio porque no me daba seguridad
cada vez que él expresaba una opinión diferente. En mayo solo había tenido dos
pruebas y esas notas ni siquiera habían llegado a la dirección, por lo que pasó
a otro colegio a un mes de cerrar trimestre sin ninguna nota. El tuvo que
esforzarse de tal manera de rendir en un mes todo un cuatrimestre porque sus profesores decidieron no dar su materia.
6. 6. Otro de mis hijos en un instituto de arte nivel
primario les contaron algunas noticias y les hicieron expresar en dibujos como
“el policía malo” le pegaba al “docente bueno”, poniendo en la conciencia del niño
la adjetivación a toda una institución por el mal desempeño de un par de
personas.
7. 7. Ni hablar del reciente tema de Santiago Maldonado. Me
duele el corazón ver como se insultan, se menosprecian y se pelean por ponerse
en una u otra posición. Soy una analfabeta política, lo sé, pero tengo otros
recursos y en este momento el más valioso es la oración y mi empatía con esa
familia, por la angustia que deben estar pasando, que les debe importar un pito
a quien beneficia o no el caso de su hijo, solo deben querer encontrarlo,
abrazarlo y terminar con esa agonía de la espera. Disculpen que no me enrede en
discusiones políticas al respecto, prefiero concentrar mis fuerzas pidiendo
fortaleza para esa familia. No me juzguen.
Resumiendo. Si la educación es laica en cuanto a religión entonces
pido que no se ponga como padrino a una escuela un santo católico y obliguen a
mis hijos a hacer una actividad con una estampita del mismo, pido que se me de
la misma oportunidad de mostrar mi credo mediante alguna participación sin
darme evasivas bajo el título de “laico”.
Quiero que sea laico de ideas políticas también. Una
cosa es enseñar historia contemporánea y otra es que el maestro o profesor
quiera inculcar sus ideas políticas. Ellos tienen influencia sobre los alumnos,
quizá no se dan cuenta o quizá lo aprovechan, no lo sé, pero yo como madre pido
que al colegio se vaya a aprender, que den las clases como corresponde, que
cumplan con el plan de contenido y que si quieren exponer sus ideas lo hagan un
sábado o fuera de horario de clase y que vayan los alumnos interesados, que
nunca se use el aula para esgrimir una idea única.
Y lo que sí podrían hacer, es enseñarles como es el
voto, a que se llama un cuarto oscuro y hacer un simulacro del mismo. Sin
embargo, ni en sexto ni en primer año ni quinto, decidieron tomar una clase
para explicar este derecho.
Al menos, esta es mi experiencia.
Marce mas clara no pudiste ser. Creo que somos un pais hipocrita en donde podemos organizar eventos magnificos para para grandes causas pero no toleramos a un niño distinto en un curso de escuela catolica. En fin totalmente de acuerdo somos un pais tartamudo.
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